Un reto prometedor


Querer, desde el corazón de un padre y el alma de una madre, es un reto que hay que afrontar para presentar al mundo un ser humano cargado de historia y empuje. Es prometedor reconocerse como consejero y orientador en la vida de tu hijo-a, pues al adoptar una actitud responsable vamos forjando el libro del crecimiento y las páginas de las oportunidades.

Para ello debemos formarnos, preguntarnos y respondernos, como la única estrategia para aprender lo que necesitan y devolverles el mundo que le pedimos prestado en mejores condiciones que cuando lo recibimos y con ellos, como protagonistas verdaderos de nuestro futuro más inmediato.


Crecer es un reto y proyectarnos es un deber que hay que cumplir, reclamando el derecho a enfocar la educación en la esfera de relación padres-hijo, permitiendo la contribución de familiares y amigos en un escenario donde todo se comparte con el único propósito de aportar para el desarrollo integral del niño y del adolescente, en su lanzamiento a un mundo de puertas abiertas, repleto de oportunidades y limitantes.

Dr. Juan Aranda Gámiz



domingo, 28 de octubre de 2012

¿HAY UNA BIBLIOTECA PARA PADRES?

Abrimos un libro y encontramos mensajes, consejos o recomendaciones para padres, desde el corazón de algún escritor, psicólogo, educador o entendido en la materia, pero todas las apreciaciones son lecciones que no pueden consultarse porque no hay una biblioteca para padres, excepto la que se va creando en el día a día.

Si queremos disponer algún día de una biblioteca tenemos que recopilar nuestras experiencias diarias y escribirlas, archivando luego nuestros escritos y poniéndoles título, porque ahí nos vamos a tener que dirigir en otras muchas situaciones semejantes y tan complejas como la que acabamos de atravesar.

La biblioteca debiera tener 9 volúmenes:

1. PRIMER VOLUMEN: NUESTRAS DUDAS COMO PADRES

Aquí tendríamos que incluir los silencios que tuvimos que guardar y las horas de insomnio que soportamos antes de tomar una decisión.

2. SEGUNDO VOLUMEN: NUESTROS VACÍOS COMO PADRES

Aquí incluiríamos nuestros minutos sin argumentos y nuestras vacilaciones porque no teníamos una base de conocimiento que nos inclinara hacia un platillo de la balanza u otro, en nuestro enfrentamiento o nuestras miradas directas con nuestros hijos.

3. TERCER VOLUMEN: NUESTRAS EXPERIENCIAS COMO PADRES

Es interesante encuadernar todas nuestras experiencias (negativas a priori, como una enfermedad incierta que luego se solventa, negativos para toda la vida, como un hijo que tiene un acortamiento de su vida por un accidente o una enfermedad rara, positivas como el éxito profesional de un hijo o positivas a medias, como la capacidad de lucha de un hijo para seguir afrontando su propia realidad).

4. CUARTO VOLUMEN: NUESTRAS REFLEXIONES COMO PADRES

Aquí debemos archivar lo que aprendemos de nuestros hijos y lo que nos enseñan en silencio, las preguntas que nos hacen y nos provocan reflexiones profundas, las llamadas de atención que nos lanzan para que nos preocupemos de nosotros mismos o los consejos que nos dan y que generan reflexiones en nuestra vida de relación de pareja o en nuestra propuesta profesional.

5. QUINTO VOLUMEN: NUESTROS DÍAS DIFÍCILES COMO PADRES

Ay de esos momentos en que nos llamaron la atención nuestros hijos porque vivimos sólo para nosotros o cuando esperábamos a recibir la noticia del sexo, en la sala de partos, al tener que otorgarles permiso para su primer viaje de fin de curso o su primera noche de discoteca, cuando dudamos en concederles la oportunidad de que presuman de vehículo o cuando tuvimos que enseñarles a caminar y desconocíamos si lo iban a lograr, cuando esperamos con ellos a la puerta de un salón donde desarrollaban un examen o en el momento de disertación de una tesis doctoral, cuando nos dicen que se van porque han elegido su destino o cuando deciden permanecer en el anonimato e incomunicados porque se quedaron sin argumentos para explicarnos lo que había sucedido, al preguntarles por una inconsistencia y descubrimos algo inusual y dramático o cuando nos llaman porque algún médico notó algo raro en su físico o su comportamiento.

6. SEXTO VOLUMEN: NUESTRAS ILUSIONES COMO PADRES

Aquí se escribe todo lo que se sueña y se espera, que no siempre es lo que va a ocurrir, incluyendo lo que nosotros no fuimos y lo que esperamos que sean, con esa carga de orgullo y templanza, al mismo tiempo, porque es una propuesta de vida que prolongamos a través de nuestros hijos.

7. SÉPTIMO VOLUMEN: NUESTRAS SOLEDADES COMO PADRES.

Cuando el hogar se queda vacío o cuando regresamos del cementerio dejando su cuerpo en un nicho, al regresar de un hospital porque fue operado o está bajo sospecha por algún problema de salud, al escuchar su voz en la distancia o cuando preparamos la maleta para ir a verlo a un centro psiquiátrico o una cárcel, de donde venimos con mayor soledad que con la que nos cargamos en la partida o cuando esperamos ansiosos en la sala de la residencia para ancianos a que llegue nuestro hijo y comprobamos que su sonrisa nos delata bienestar sin preocupaciones.

8. OCTAVO VOLUMEN: NUESTRAS RECOMENDACIONES COMO PADRES

Debemos anotar esos días en que escribimos sobre la masturbación o la menarquia (la primera menstruación), el respeto por los demás y el orgullo de llevar un apellido, al aprender a moverse en el mundo laboral o al iniciar una relación, al quedarse sólo en un internado o en la relación con los hermanos y familiares, al manejar el dinero que debe administrar o en sus momentos de opinión y diálogo, en su vida de relación social y en el trato con el alcohol y las drogas, en su apariencia física y en ese mundo virtual de las redes sociales.

9. NOVENO VOLUMEN: NUESTRAS LECCIONES APRENDIDAS COMO PADRES

Este volumen debiera incluir lo que aprendimos de sus abrazos y lo que nos quedó de su apoyo y su presencia, lo que dijeron que esperaban de nosotros y lo que nos dejaron de recuerdo y estela mientras que nos acompañaron.


Gracias por vuestra lectura, vuestro amigo que nunca os falla.


JUAN

domingo, 21 de octubre de 2012

¿CUÁNTOS TIPOS DE PADRES CONOCES?

Hoy me he puesto a repasar los diferentes tipos de padres y he llegado a la conclusión que hay:

PADRES PROTECTORES
Te abrigan y te protegen, tienen miedo que te pase algo y siempre estarán junto a tí.
PADRES DOMINANTES
Te imponen y te administran, tienen el afán de estar siempre por encima de tí.
PADRES CONTROLADORES
Te supervisan y te vigilan, tienen el deseo de que todo se cumpla de acuerdo a sus propósitos.
PADRES DEPENDIENTES
Te transmiten que sus decisiones son impuestas por terceros o por las circunstancias de la vida.
PADRES DESPREOCUPADOS
Te abandonan a tu suerte, con tus problemas y tus inquietudes, olvidándose que existes en este mundo
PADRES SERVILES
Te olvidan por servir a sus propios intereses y no están presentes a la altura de tus necesidades
PADRES DESCONECTADOS
No se mantienen enchufados con tus reclamos y propuestas, por lo que te excluyen de su proyecto de vida
PADRES PRIMERIZOS
Te justifican sus errores porque quieren convencerte de que son inexpertos y el tiempo les irá formando
PADRES SIN ARGUMENTOS
Te hablan y te miran, pero no tienen respuestas ni altura de miras para afrontarte y enfrentarte.
PADRES CONVENCIDOS
Te piden que no dejes de confiar en ellos porque nunca te van a fallar, están convencidos de todo.
PADRES RETICENTES
Te niegan todo porque todo se lo negaron a ellos y no son capaces de abrir oportunidades para ti.
PADRES IMPULSORES
Te cargan de gasolina para que sigas luchando con tus propuestas y se entregan como tu mejor guía.
PADRES ARRIESGADOS
Te dejan vía libre para que te desarrolles y no te apoyan decididamente, dejando sólo ante el peligro
PADRES MANIPULADORES
Te conducen para que nunca se pierda el cordón umbilical y seas el motor de sus proyectos.
PADRES DE CORAZÓN
Te quieren por lo que descargaron en tí sin haberte engendrado y agradeciso siempre por lo recibido de tí.
PADRES INVOLUCRADOS
Te piden que dialogues y participes con ellos en tu propio desarrollo, son arquitectos de tu presente y futuro
PADRES AMIGOS
Te tienen en cuenta y quieren que los tengas en cuenta, presentándose rejuvenecidos y cercanos.
PADRES SERVICIALES
Te ofrecen todo lo que tienen a su alcance para tu disfrute y crecimiento personal.
PADRES DESINTEGRADOS
Te dicen que están desagarrados por las circunstancias, que han perdido la entereza, la dignidad y la fuerza
PADRES ARRINCONADOS
Te manifiestan sus miedos y sus temores, sin saber que están creando hijos arrinconaditos.
PADRES CON GANAS
Te demuestran que nunca van a perder el entusiasmo por vencer cualquier obstáculo
PADRES DE PASO
Te dicen, en algún momento, que quieren acabar pronto con su tarea y luego Dios dirá
PADRES CONCURSANTES
Te demuestran que entre ellos concursan por alcanzar la preferencia selectiva de sus hijos.
PADRES FIELES
Te escriben en el día a día que no van a fallarte.
PADRES DE APOYO
Te acercan a su corazón cuando más los necesitas.
PADRES SILENTES
Te dicen que callarán por miedo a ser señalados y dejan de opinar sobre tí
PADRES HUNDIDOS
Te olvidan por miedo a que sigas su estela, olvidados y abatidos en los rincones más obscuros y tristes
PADRES ACABADOS
Te demuestran que no tienen deseo por superarse y quedan apaleados y fracturados en sus emociones
PADRES MARGINADOS
Te proponen que ese es el destino que te toca, porque ellos nunca fueron aceptados.
PADRES POLÍTICOS
Te dan el ejemplo que todos los seres humanos debemos ser políticos al velar por los demás con convicción
PADRES INTELIGENTES
Te provocan una apuesta por la formación diaria y la participación activa e integral en tu propio desarrollo
PADRES EMPRESTADOS
Te insinúan que están haciéndote un favor y que no les pidas más porque dejan todo a medio gas.
PADRES DE AUXILIO
Te agarras a ellos en circunstancias extremas y nunca les agradeces porque crees que es un deber
PADRES ENFERMOS
Te acompañan sin fuerzas y te rodean sin esperanzas, porque esperan que su hora llegue muy tarde
PADRES DESCONOCIDOS
Te miran a medias, te sonrien mirando a otra parte, te tratan con la punta del pie, te gritan porque estás ahí
PADRES DISTANTES
Te manifiestan que no les interesa tus comentarios y tus gritos, tus éxitos ni tus fracasos
PADRES INEXPERTOS
Te dicen que la respuesta pueda dártela algún conocido o vecino, porque no tienen bases ni experiencia
PADRES DESANIMADOS
Te transmiten que su confianza es mínima y que no se sienten animados a seguir proponiéndote un cambio
PADRES SIN TIEMPO
Te posponen cualquier conversación o mirada, porque se les acabó el saldo para tí
PADRES COLABORADORES
Te insisten en que le pidas cualquier cosa porque estarían dispuestos a abandonarlo todo por tí
PADRES DEMOCRÁTICOS
Te insinúan que todos los hijos son iguales ante la mirada de unos padres, en vida y en el testamento.
PADRES ACORRALADOS
Te agitan a que les ayudes a buscar una salida porque se encontraron perdidos y sin rumbo
PADRES INDECISOS
Te manifeistan que no saben qué hacer contigo y con tus circunstancias, descalabrando tus ilusiones
PADRES HAMBRIENTOS
Te esperan para que les sigas dando motivos para sentirse orgullosos de tí
PADRES LUCHADORES
Te demuestran que nunca van a detenerse en su intento por devolver a la sociedad un hijo íntegro e integral
PADRES RE INSERTADOS
Te aseguran que el cambio que han iniciado por tí lo van a mantener, para orgullo de quienes le conocen
PADRES SIN BANDERA
Te dicen que no te defienden ni te impulsan porque son ateos y analfabetos sociales, no tienen sello ni marca
PADRES DE COMPRA Y VENTA
Te hacen repetir y escuchar que los padres no tienen obligaciones y que te pueden regalar.
PADRES ORGULLOSOS
Te llenan la vida de elogios y caricias, intentando decirte que nada los haría más orgullosos, a veces vanal
PADRES OLVIDADOS
Te procuran algo material para compensar los olvidos que tuvieron de todo lo esencial en tu vida.
PADRES SOLITARIOS
Te ven y continúan su camino porque no quieren que les acompañes, ellos tienen sus motivos y no lo dicen
PADRES EN PARO
Te previenen que no desean seguir trabajando contigo, como padres y desean cobrar el desempleo.
PADRES VAGABUNDOS
Te arrastran a donde vayan sin analizar los puntos a favor y en contra, sólo para decir que tienen hijos.
PADRES CIEGOS
Te tocan para saber que está ahí porque no quieren ver quién eres, dónde vas y cómo creces.
PADRES SIN CONTROL
Te arrugan con sus falsas emociones y sus contradicciones porque han perdido el control de sus vidas.
PADRES SUPERVISORES
Te supervisan tareas y actitudes, decisiones, salidas y entradas, con el único fin de provocar restriccioens
PADRES TRISTES
Te sonríen sólo en tu cumpleaños o cuando hay alguien delante de los dos, pero no hay alegría en la relación
PADRES CON SUERTE
Te dicen que no te quieren e incluso te odian, pero dieron a luz hijos que les devuelven la pelota con cariño
PADRES MARCADOS
Te señalan a cada rato porque la vida los está señalando siempre por su pasado y su presente
PADRES REBELDES
Te comprometen a que protestes y te rebeles para que nadie les diga, algún día, que eres mejor que ellos
PADRES.COM
Te entregan una dirección de correo para que siempre les estés escribiendo y compartiendo virtualmente.


Gracias por seguir ahí, de tu amigo que nunca te falla.

Juan

martes, 16 de octubre de 2012

¿HABRÁ PADRES QUE HAGAN PRO FORMAS?

Al visualizar la posibilidad de ser padres, en unos casos nos plantearemos el reto de afrontar tal responsabilidad, en otros nos preocuparemos si estamos preparados para tal propósito y, en muy pocos casos nos convertiremos en contadores de lo que está por venir y haremos un cálculo de cuánto necesitaremos invertir, si no se suceden muchas circunstancias adversas, para sacar adelante a un hijo, como si esta propuesta de vida de ser padres pudiera calcularse a partir de una fórmula.

A pesar de todo, cualquier expectativa económico-financiera va a ser superada por la realidad  y será esta y no el bolsillo la que logre transformarnos y marcarnos para toda la vida, de la que aprenderemos a seguir siendo padres sin otros fondos de reserva que la presencia y la semejanza, por eso sufrimos si no se nos parecen o si se van muy lejos, que para nosotros puede ser simplemente la otra esquina del barrio.

Imagino los avatares de un embarazo con los gastos que conlleva, los consejos que se han de pedir y los cuidados a los que las madres se hacen merecedoras, en la mayoría de los casos con el soporte constante de unos abuelos que quieren llegar a serlo más que padres los progenitores. Al final, con el primer llanto del recién nacido se pagó toda la factura porque la felicidad nos devuelve intereses en la cuenta corriente de la vida y ahora empezamos a ser ricos de esperanza.

Sortear la incertidumbre de un crecimiento y desarrollo puede abrir una ventana a la desesperación por el abanico de sorpresas que podemos hallar en la salud de nuestro hijo o en nuestra propia salud, lo que puede condicionar abandonos o partidas, con el costo que puede implicar en la formación integral de nuestro hijo si somos nosotros quienes tenemos que irnos, de nuestra casa por separación o divorcio, de nuestra tierra por migración o de este mundo, cualquier reencuentro físico o espiritual, en algún momento y lugar compensaría la lista de gastos que se necesitaron antes del distanciamiento temporal o definitivo.

Sentirse inmerso en una red de despropósitos y falsas rutas, con el argumento de buscar sustento económico, puede obligarte a invertir en actitudes positivas toda tu vida con el afán de revertir tus comportamientos, esos que te llevaron a huir, entrar en la cárcel, vivir abandonado u olvidado de los tuyos. Si la vida te gratifica con una llamada de perdón o se presenta en tu vida y reconoce sus errores, pidiéndote a cambio otra oportunidad más, puede abrirse un corazón de buenas voluntades y unirte a un proyecto de futuro sin haberse borrado el pasado y así puede entenderse que hemos sido gratificados con una recompensa que no esperábamos ni quizás merecíamos.

El ruido de una ambulancia nos puede haber llevado a una sala de emergencias sin pensar en salir íntegro de esta coyuntura, pero la oportuna intervención profesional del personal de salud, la pericia del chófer y nuestras palabras de ánimo les ayudan a pasar la línea peligrosa de la puerta de cualquier hospital y cuando sale victorioso y dormido, abre los ojos recién intervenido y despierta, mirándonos con sueño, todo está pagado. 

Cuando las calificaciones no nos convencen y sufrimos porque nuestras ilusiones de verlo desarrollándose en un campo profesional y con éxito, invertimos en lo que sea necesario y discutimos, renunciamos y exigimos, para cargarlo de gasolina y que pueda circular el aprendizaje que le hará grande por su formación y sus aportes, pero al comprobar que a pesar de las bajas notas pudo sobresalir más adelante y que hoy nos alegra su liderazgo y nos compensa su presencia, hemos recuperado intereses más allá de lo esperado.

Cuando nos presenta a su novio-a y dudamos de que sea la pareja ideal, reconociendo que no hay una química que nos adentre en una relación fluida y agradable, convincente y segura, invertimos en lo necesario para los dos retoños y aprendemos a relacionarnos saliendo y entrando, hablando y viajando, pero cuando llegan los nietos y nos quieren más que a nadie porque esa pareja de la que dudábamos nos antepone a cualquiera, al haber notado nuestra presencia en su propia existencia, quedamos debiendo cariño a ese retoño de por vida.

Cuando dudamos de las decisiones de nuestros hijos y muy a pesar de nuestra insistencia dicen que todo está calculado y que no hay de qué preocuparse, buscamos invertir en confianza de nuestra parte, como lo esencial que ellos necesitan y nos encomendamos a Dios, sufriendo por el recrudecimiento de una úlcera gástrica o la repercusión cardíaca de un paciente hipertenso y padre, al mismo tiempo, cuando nos hablan los demás de la entereza de nuestro hijo y la capacidad de adoptar actitudes de riesgo por la seguridad de sus predicciones se nos quita el catarro de incertidumbre y ya recuperamos los gastos sanitarios.

Cuando escuchamos algo de nuestros hijos o lo descubrimos y no estamos seguros, pero son señalados y reconocen su culpa, gastamos en silencio y penas, aunque al recuperar la magnitud de una libertad tan esperada, con más canas de momentos de depresión que de exposición al sol, y corren a abrazarnos para palpar que aún estamos vivos y esperándoles, nos llega el premio mayor de la lotería y nos volvemos a sentir afortunados.

Por eso, unos padres no deberían hacer pro formas, ya que todo queda pagado por la vida de nuestros hijos y sus actitudes, a veces debiendo esperar pacientes o quizás en otras esperando que nos lo recompensen en el más allá, pero la actitud de espera para recuperar la inversión con un beso o una mirada siempre va a estar ahí, porque todos tomaron de esa responsabilidad y respeto a través del cordón umbilical.

De tu amigo, que nunca te falla,

Juan.


martes, 9 de octubre de 2012

OLVIDAMOS POR FALTA DE PRÁCTICA

Pensamos que siempre vamos a controlar las situaciones y seremos capaces de mantener un liderazgo necesario para mantener viva la relación padres-hijos, pero la falta de tiempo, las excusas, el amontonamiento de tareas o la necesidad de descanso en las horas libres nos conducen a dejar de practicar y, a la larga, lo que no se practica tiende a olvidarse.

Si no practicamos escuchando olvidamos dialogar, lo cual es un problema al aconsejar y   reorientar. Si no practicamos mirando estamos perdiendo la oportunidad de ver y observar, pudiendo conducir después. Si no practicamos hablando perdemos los momentos de diálogo y se van a buscar respuestas en la calle. Si no practicamos con el ejemplo ante nuestros hijos van a buscar otros modelos que imitar en familiares, amigos, conocidos, profesores o líderes de opinión, figuras públicas o políticos.

El gran problema no es si no practicamos pues podemos hacerlo en otro momento, lo grave es que dejemos de practicar a menudo y al final se olvida escuchar y empezamos a gritar por cualquier reclamo, olvidamos hablar y esquivamos las preguntas, se olvida dar ejemplo y nuestros hijos dejan de parecerse a nosotros, aunque tengan escrito parte de nuestro código genético, olvidamos mirar y se nos escapan los detalles que después tenemos que ir a mirar en una foto o una película, porque se nos olvidó el color del pelo, que a nuestra hija le gusta la minifalda o que ya le salió barba a nuestro hijo mayor.

Olvidar por falta de práctica es el Alzheimer de los padres, en su relación con sus hijos, pues se acabaron los roces y las miradas, los susurros y las caricias, ingredientes muy importantes para crecer como padres y regocijarse como hijos, en el regazo de unos padres que aún pueden dar ejemplo, mirar, escuchar y hablar.

Esto nos obliga a tener una agenda de la relación con nuestros hijos, donde escribamos todos los días, para que no se nos olvide, frases que nos recuerden que tenemos que decirle algo importante a un hijo, que tengo que mirar enamorado a mi hija, que debo escuchar las historietas del menor o enseñarle al mayor cómo debe tratar a su abuela o a su novia, si al llegar le doy un beso a su madre o le lanzo un piropo.

Pero esta agenda no puede ser de papel ni de cuero, sino que debe ser de sangre ya que debemos llevarla en el corazón y mantener la inquietud de que ahí no se borre nada que no queremos olvidar, tener presente que nosotros somos porque hay quienes van a continuar nuestra tarea y que ellos también sienten la necesidad de que los padres nos acordemos y los toquemos, que sientan la paternidad o la maternidad en nuestro toque y nuestros consejos.

Vivir para practicar es una decisión sabia, pues cuando nuestros hijos nos agradezcan lo que hicimos por ellos en vida lleva implícito un agradecimiento por lo que no olvidamos hacer y eso forma parte de su formación como seres humanos y transmitirán a sus propios hijos.

Ser padres implica practicar a diario para no olvidar y no olvidar la práctica diaria, un ejercicio que debe estar presente en nuestras vidas antes que comer, pasear o disfrutar del tiempo libre, porque el principal objetivo de unos padres debe ser la educación de sus hijos.

Gracias por seguir ahí, de tu amigo.

Juan

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿A QUÉ LLAMAN TAREAS LOS PADRES?

Cuando hacemos las tareas de la casa nos cansamos de lavar y cocinar, reubicar los muebles y doblar la ropa, apagar la tele y también limpiamos el polvo y fregamos, lavamos los platos y hacemos las camas, todo es un paquete al que llamamos "las tareas de la casa" y parece que la testosterona no se llevara bien con ellas.

Reconocemos que es triste cambiar pañales y controlar los arrebatos de los más pequeños, perseguir a los adolescentes y sus secretos, mantener los adornos íntegros hasta la noche y esperar que te inviten a salir en la noche, aunque sólo sea la paga que vas a recibir día tras día.

Cuando se trata de la relación padre-hijos hay unas tareas que debemos cumplir y a veces desconocemos cuáles son porque no vienen referidas en ningún manual, pero hoy os voy a dejar 10 tareas, las esenciales, para que se vayan desarrollando poco a poco:

          A. LA JAULA: Unos padres deben aprender a vivir con sus propios hijos, observando y destacando, propiciando y revisando, detectando y descubriendo, por que la educación es un proceso de ordenamiento de todo lo que se ve para estructurar el libro de conducta de unos padres, escribiendo -página a página- sus reacciones y sus encuentros, en un espacio reducido porque ahí es donde más se valora la libertad de ser padres cuando puedas volar con tus hijos y emprender nuevos descubrimientos, como el pájaro cuando encuentra la puerta de la jaula abierta y, a veces, regresa según el trato que se le ha dado.
          B. LA MESA: Unos padres deben decidir con los hijos alrededor de una mesa, mirándose de frente y aportando, recibiendo y entregando, enseñando y aprendiendo, porque la escuela de la casa es el germen de cualquier propuesta escolar futura y profesional en el mañana.
          C. EL PAYASO: Unos padres deben aprender a disfrazarse para ser aceptados y manifestarse con la cara que los hijos quieren ver, con la que rían y disfruten, porque ahí van a interiorizar gestos y actitudes que luego incorporarán en sus actividades diarias.
          D. EL CONFESOR; Unos padres deben abrir espacios de diálogo para informarse y para explicar, para orientar y detallar, porque a pesar de que el secreto que te confiesen te llegue a abrir una herida, la penitencia debes ponértela tú, como padre o madre, si todo no va bien y hay que seguir confesando hasta que su vida no tenga secretos para tí y tú seas parte de su vida diaria.
          E. LA OLLA EXPRÉS: Unos padres deben aprender a ser como una olla exprés, que cuando se calienta y va a estallar abre una fuga para eliminar el vapor de agua y evittar un desastre, debiendo descubrir dónde tenemos esas oportunidades para canalizar nuestros momentos de saturación y dificultades.
          F. EL COLADOR: Unos padres deben transformarse en un colador, para que todo lo que surja de la relación entre padres e hijos sea colado, a diario, pudiendo eliminar el desecho y dejar que pase lo bueno, lo que tiene contenido, lo que va a edificar en la relación y a contruir en nuestros hijos.
         G. EL DECORADOR: Unos padres deben saber que cada día deben aprender a decorar el espacio en el que juegan y disfrutan nuestros hijos, no sólo por el desorden que provocan sino para entiendan que ahí estuvimos nosotros para arreglar los cuadros y los libros, la cama y la ropa, todo lo que necesiten porque siempre estaremos vigilándoles y animándoles a que aprendan del orden una estrategia para ordenar5 sus propias vidas.
         H. EL MALABARISTA: Unos padres deben aprender a balancear el presupuesto para que no tengamos que decir "no" a nuestros hijos, alcanzando para todos por igual, como un buen malabarista, porque el arte de mantenerse sin errores es la práctica diaria, donde debemos practicar y restar de lo superfluo para seguir invirtiendo en lo que realmente tiene sentido, el bienestar de nuestros hijos.
          I. EL CHATEADOR: Unos padres deben aprender a chatear con sus hijos, a diario, como amigos, para que lleguen a conocerse en la alegría y el relax, el cansancio y el llanto, la opresión y la libertad, sólo así se pueden acercar los seres humanos con confianza, cuando se conocen plenamente.
          J. EL MENTALISTA: Unos padres deben aprender a imaginar lo que pasa por la mente de sus hijos, las respuestas que nos van a dar y las escapatorias que se van a inventar, porque les hemos enseñado a decir la verdad y a compartirlas con nosotros, sólo así se evitarán los accidentes de las relaciones padres-hijos.

Gracias por seguir ahí, de tu amigo que nunca te falla.

JUAN