Un reto prometedor


Querer, desde el corazón de un padre y el alma de una madre, es un reto que hay que afrontar para presentar al mundo un ser humano cargado de historia y empuje. Es prometedor reconocerse como consejero y orientador en la vida de tu hijo-a, pues al adoptar una actitud responsable vamos forjando el libro del crecimiento y las páginas de las oportunidades.

Para ello debemos formarnos, preguntarnos y respondernos, como la única estrategia para aprender lo que necesitan y devolverles el mundo que le pedimos prestado en mejores condiciones que cuando lo recibimos y con ellos, como protagonistas verdaderos de nuestro futuro más inmediato.


Crecer es un reto y proyectarnos es un deber que hay que cumplir, reclamando el derecho a enfocar la educación en la esfera de relación padres-hijo, permitiendo la contribución de familiares y amigos en un escenario donde todo se comparte con el único propósito de aportar para el desarrollo integral del niño y del adolescente, en su lanzamiento a un mundo de puertas abiertas, repleto de oportunidades y limitantes.

Dr. Juan Aranda Gámiz



lunes, 13 de agosto de 2012

¿HAY UN TALLER PARA PADRES?

Debemos considerarnos vehículos que correteamos calles y carreteras, pero no somos máquinas porque pensamos en que transportamos seres humanos y maletas, debiendo cuidar nuestros engranajes y lubricar nuestras piezas, vigilar la cantidad de aire de nuestros neumáticos y cambiar el aceite, cada cierto tiempo, tener el depósito cargado y agua para el limpia-parabrisas; sólo así aseguraremos un viaje sin sobresaltos.

Todo esto lo hacemos porque somos responsables y queremos que nuestra tripulación y cuantos viajeros llenen los asientos vacíos de nuestro vehículo se sientan cómodos y confiados en que realizamos bien nuestra tarea y que ningún imprevisto, control de carreteras o despiste nos va a impedir cumplir con nuestra tarea de llegar felices, sanos y salvos a destino. Esto condiciona muchas horas de limpieza y algunas más de mecánica, para recibir la asesoría y el apoyo necesarios para que todo funcione adecuadamente.

Un padre o una madre, entendidos como vehículos que transportan viajeros muy especiales, como son nuestros hijos, deben tener claro que nunca iniciaron su recorrido, desde que salieron de la concesionaria de personas solteras y arrancaron su recorrido de vida de pareja, con un manual "para padres" debajo del brazo, sino que después de la primera revisión "cuando fuimos padres por primera vez", nos entregaron unas indicaciones elementales:

                                    1. No lo aceleren mucho, traten a este viajero (su hijo) con sumo cuidado.
                                    2. No se olviden de las revisiones (consultas al Pediatra, lactancia y vacunas).
                                    3. Es normal que al principio nos preocupemos de cualquier ruido (llantos, gases).

Pero nos empezamos a preocupar porque nos falta el sueño y porque no lacta lo suficiente, porque engorda mucho o porque se orina en la cama cuando queremos quitarle el pañal, porque no controla esfínteres o porque no crece como el vecino. Empieza a parecerse a todo el mundo y los rasgos cambian de un día para otro, dependiendo de quien opine, porque para eso siempre hay expertos, nosotros mismos creemos que hemos engendrado y procreado un fenómeno porque mueve un dedo y creemos que nadie antes lo había hecho a una edad tan temprana, por lo que empezamos a sobre-protegerle y generamos expectativas infundadas de las que luego nos vamos arrepintiendo con el paso de los años.

Entonces necesitamos sentarnos y buscar en la guía telefónica un "Taller para padres" y cuando queremos concertar una cita, nos sorprende un mensaje grabado:

    Bienvenidos al único taller para padres:
 
    1. Si usted es un vehículo estropeado y no se adapta a las circunstancias de la paternidad, pulse 1.
    2. Si usted tiene un viajero (hijo) con el que es imposible conectarse pulse 2.
    3. Si a usted le falta mantenimiento pulse 3.
    4. Si su viajero es diferente a los demás y es viajero de otro vehículo (adoptado) pulse 4.
    5. Si su viajero no se siente cómodo (es hiperactivo) pulse 5.
    6. Si el vehículo requiere cambio de aceite (que el padre haga un curso de reciclaje) pulse 6.
    7. Si el vehículo (padres) requiere un lavado y engrasado (busca sólo apariencias) pulse 7.
    8. Si el viajero (hijo) quiere anular su boleto (no desea ser su hijo más tiempo) pulse 8.
  9. Si el viajero (hijo) lleva muchas maletas y no entra otro viajero (hijo con muchos problemas y no    sabemos si es prudente tener o no otro hijo) pulse 9.
  10. Si el viajero (hijos) se va a quedar en la primera parada (tiene pronóstico fatal a corto plazo) y no sabe si merece la pena arrancar el vehículo, porque no hay más viajeros, presione 10.

Una vez que presione cualquiera de los botones (extensiones, del 1 al 10), va a salir otro mensaje grabado:

   A. Gracias por pulsar el botón 1: Puede faltar paciencia, tolerancia, decisión, ánimo, empuje o convicción
   B. Gracias por pulsar el botón 2: Puede haber exceso de libertad o de control, falta de diálogo o tiempo
   C. Gracias por pulsar el botón 3: Puede tener falta de rodaje, su infancia no fue de apoyo o no se dedica
   D. Gracias por pulsar el botón 4: Puede haber desconfianza, desapego o miedo a comunicárselo
   E. Gracias por pulsar el botón 5: Puede que sea un hogar muy exigente o haya demasiados controles.
   F. Gracias por pulsar el botón 6: Puede necesitar saber quién es, cómo hacer un proyecto o escuchar.
   G. Gracias por pulsar el botón 7: Puede necesitar que examinen a los padres y sigan tratamiento.
   H. Gracias por pulsar el botón 8: Puede haber adicciones, presión externa en mayor grado que interna.
   I. Gracias por pulsar el botón 9: Puede necesitar opinión de su viajero o explicarle la palabra hermano
   J. Gracias por pulsar el botón 10: Puede faltarle deseos de vivir y aprender de quien le va a dejar pronto

Después de escuchar atentamente la grabación telefónica, le van a proponer alternativas:


   A. Gracias por pulsar el botón 1: Vaya a la sección de electricidad y vea todas las conexiones.
   B. Gracias por pulsar el botón 2: Vaya a la sección de dinámica y compruebe el confort.
   C. Gracias por pulsar el botón 3: Vaya a la sección de mantenimiento y observe el desgaste
   D. Gracias por pulsar el botón 4: Vaya a la sección de pruebas y haga una fotografía completa.
   E. Gracias por pulsar el botón 5: Vaya a la sección de estática y pase un examen psicomotriz
   F. Gracias por pulsar el botón 6: Vaya a la sección de mecánica y ejecute los ajustes necesarios
   G. Gracias por pulsar el botón 7: Vaya a la sección de engrasado y limpie las manchas que no se ven
   H. Gracias por pulsar el botón 8: Vaya a la sección de balanceo y adapte los vaivenes que se sienten.
   I. Gracias por pulsar el botón 9: Vaya a la sección de alineación y controle el equilibrio necesario
   J. Gracias por pulsar el botón 10: Vaya a la sección de repuestos y valore lo original.

Gracias por considerar tu paternidad o maternidad un vehículo recién comprado, sin posibilidad de cambiarlo, sólo de mejorarlo y adaptarlo para la mayor comodidad, satisfacción y orgullo de tus principales viajeros (tus hijos), pues así siempre van a recordar los viajes en su carro preferido (sus propios padres).

Un fuerte abrazo.

Dr. Juan Aranda Gámiz



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