Un reto prometedor


Querer, desde el corazón de un padre y el alma de una madre, es un reto que hay que afrontar para presentar al mundo un ser humano cargado de historia y empuje. Es prometedor reconocerse como consejero y orientador en la vida de tu hijo-a, pues al adoptar una actitud responsable vamos forjando el libro del crecimiento y las páginas de las oportunidades.

Para ello debemos formarnos, preguntarnos y respondernos, como la única estrategia para aprender lo que necesitan y devolverles el mundo que le pedimos prestado en mejores condiciones que cuando lo recibimos y con ellos, como protagonistas verdaderos de nuestro futuro más inmediato.


Crecer es un reto y proyectarnos es un deber que hay que cumplir, reclamando el derecho a enfocar la educación en la esfera de relación padres-hijo, permitiendo la contribución de familiares y amigos en un escenario donde todo se comparte con el único propósito de aportar para el desarrollo integral del niño y del adolescente, en su lanzamiento a un mundo de puertas abiertas, repleto de oportunidades y limitantes.

Dr. Juan Aranda Gámiz



sábado, 3 de mayo de 2014

¿CÓMO SABER QUE EL CONSEJO ES BUENO?

Siempre estamos en el camino aparentemente correcto porque hay padres que nos dan consejos por tres motivos fundamentales:

1. Para que no cometamos los errores que nos van a obligar a repara un daño.
2. Porque no han tenido una experiencia adecuada y se precisa que recapaciten y confíen. 
3. Porque hay aves rapaces, que son los oportunistas que esperan, agazapados, para comer las sobras

Un consejo puede venir de unos padres serenos que, previamente, han establecido cuál será el mejor consejo, pensando en la familia y en la repercusión que tendría una acción de ese tipo para la opinión que los demás tendrán en el futuro de todos los miembros de la familia.

Supongamos unos padres que ante la decisión de su hijo de adoptar un hijo temen la opinión de los demás, están afectados por los señalamientos y las críticas, por la pérdida de integridad de una familia, donde ya habrá esa persona que, antes de ser concebida, ya es catalogada como oveja negra y esa condición de "no deseado-a" por todos les va a generar un estigma al nacer y del que no podrán liberarse en su vida.

En ocasiones, un consejo viene de padres que piensan sólo en el futuro de los hijos y las marcas que puede dejar una actitud irresponsable, sin reflexión alguna o con derivadas para su futuro en cuanto a los trastoques que puede sufrir su personalidad".

En este caso, unos padres aconsejan a una hija que quiere adoptar a un hijo y le recomiendan que se preparen para el reto que les va a venir, les prometen aceptarlo tal y como sea elegido y quererlo en base a un principio democrático de "un mismo amor para todos, repartido por igual".

Sin embargo, algunos padres dan consejos para rectificar la enseñanza que recibieron en el ambiente educativo, de tal suerte que la familia se transforma en una prolongación de la escuela, el colegio o la universidad.

Otros padres se acercarían a la hija y le recomendarían que acepten una charla para que se orienten de la tarea que van a aceptar y la emprendan con amor y entrega, les pondrían alguna película para que vean la tarea de un hijo adoptado y le recomendarían que lo acepten como una obra de Dios y no como un objeto de quita y pon.

Al final, todos los padres dieron un consejo:

1. La primera pareja pretende que no se altere la dinámica familiar y que sigan presumiendo de lo que son y de lo que heredaron, dejando al margen las preferencias de los hijos, a pesar de que es bueno ayudarles a que sigan abrillantando los apellidos, pero siempre ubicando a los hijos en primer lugar.

2. La segunda pareja quiere que sus hijos no tengan limitantes que superar para que vayan madurando poco a poco y aquí dejan de pensar en el niño adoptado, pues esperan que sus propios hijos sean felices y quisieran esperar a que la vida ponga al huérfano en manos de algunos otros padres y que esa carga no recaiga en sus propios hijos, pero viven protegiendo a los suyos y evitando trastornos en la relación de pareja, que sí podrían ocurrir a futuro.

3. La tercera pareja intenta que sus hijos se preparen para un reto y que la decisión sea de ellos dos, pues una vez instruidos y aceptando la decisión de adoptar como un reto con el que se deben demostrar a sí mismos de lo que son capaces, procurando aspirar a tener una familia en la que otros hijos biológicos tengan la oportunidad de conocer cómo se vive con un hermano adoptado y cómo se quiere a un ser humano, dos enseñanzas que no van a encontrar en ninguna universidad del mundo.

Mi tarea, hoy, es prepararte para que seas el mejor padre o la mejor madre, tus hijos te lo pedirán y te lo agradecerán de por vida, pero para ello debes pensar en todos (en vosotros, como padres, en vuestros hijos, pero también en la criatura que va a ser adoptada), porque todos os necesitan a los dos, como pareja, padres y futuros abuelos de un hijo adoptado, todo un reto en esta sociedad tan indiferente y que precisa de ejemplos constantes.

Vuestro amigo, que nunca os falla.


JUAN

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